El segundo desafío (puedes ver aquí el primero) de la iglesia evangélica latinoamericana es cumplir con su triple responsabilidad que podría ser descrita como sigue:
- la obligación de conocer la doctrina de Jesucristo
- ponerla en práctica
- y discernir el pensamiento, las necesidades y las tensiones de la generación a la que le toca servir.
Si algo queda claro y es una constante en los artículos estudiados como parte de las asignaciones previas del módulo "Corrientes teológicas actuales sobre el ministerio de la iglesia" es que, para responder a la cultura posmoderna con un discurso y una práctica que signifique una verdadera alternativa, desmarcarnos de las expresiones de falsa espiritualidad y para cumplir nuestra vocación de reconciliar al mundo con Dios es necesario un enfoque no solo ad intra o solo ad extra (Núñez, Teología y misión, 1995) sino uno que considera el mensaje y al destinatario.
- la obligación de conocer la doctrina de Jesucristo
- ponerla en práctica
- y discernir el pensamiento, las necesidades y las tensiones de la generación a la que le toca servir.
Si algo queda claro y es una constante en los artículos estudiados como parte de las asignaciones previas del módulo "Corrientes teológicas actuales sobre el ministerio de la iglesia" es que, para responder a la cultura posmoderna con un discurso y una práctica que signifique una verdadera alternativa, desmarcarnos de las expresiones de falsa espiritualidad y para cumplir nuestra vocación de reconciliar al mundo con Dios es necesario un enfoque no solo ad intra o solo ad extra (Núñez, Teología y misión, 1995) sino uno que considera el mensaje y al destinatario.
Núñez mismo habló de una iglesia que se hace presente bajo los valores del Reino, en contracultura, y que igual da testimonio con palabras y con obras. Por lo general hay dos tipos de iglesias: las que están volcadas al interior: fuertes ministerios de enseñanza, actividades sociales o convivencia y en algunos casos de predicación; o que su fortaleza está en el evangelismo con campañas recurrentes y reclutamiento constante.
La Iglesia en Latinoamérica debe encontrar la manera de estar presente al proporcionar un conocimiento de Dios que se encarna en el creyente. Los Testigos de Jehová, los Mormones y recientemente los Católicos tienen una buena capacitación que seduce a quienes buscan respuestas y los evangélicos ya no podemos intentar competir en ese nivel. Entonces, en la medida en la que la presencia del Espíritu Santo sea notoria en la Iglesia, en esa medida serán bendición nuestras palabras y, sobre todo, nuestras propias vidas.
Y aún si lo anterior ocurriera pero decidiéremos encerrarnos en nuestros edificios, entonces no entenderíamos el mundo y eso nos limitaría en ser embajadores de Dios en la época que nos toca vivir y en la cultura latinoamericana en la que nos ha puesto. Estaríamos cerrando la oportunidad para que los buscadores de la verdad la encuentren en la Iglesia de Jesucristo. Somos nosotros los llamados a hablar a quienes comparten nuestro idioma, nuestra idiosincrasia, nuestros valores culturales.
Algunos vínculos para continuar con la reflexión:
- Platos cayendo. El Evangelio en un video https://www.youtube.com/watch?v=Kp5B13AAkOc
- Debate en torno a la felicidad, el marxismo cultural, ideología LGBTIQ+, https://www.youtube.com/watch?v=Vhh-4H6pzqY
- La conversión de los católicos al cristianismo dicho por un agnóstico https://www.milenio.com/cultura/laberinto/ignacio-solares-reto-catolico-convertirse-cristianismo
- Escencialismo: las marcas de lo que nos hace humanos: https://www.youtube.com/watch?v=tk6bJrvFTMM
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